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♦ Quien quieran ♦ E stimados amigos, por respeto a la veda electoral —y no por obligación legal— hoy no comentaremos nada que pudiera interpretarse como una inducción a votar de cierto modo. Nos limitaremos a comentarles que, de acuerdo con nuestra Constitución, es nuestra OBLIGACIÓN votar. De manera que VOTEN por quien les dé la gana, pero VOTEN, no permitan que otros decidan por ustedes el destino de su Estado ni del País. Sólo ejerciendo nuestra obligación de votar podremos conservar el derecho de criticar, manifestarnos, oponernos, o bien, respaldar y aplaudir las medidas del gobernante que gane las elecciones. Y si las gana —sea quien sea— que lo haga por una clara voluntad popular, respaldado con un elevado grado de PARTICIPACIÓN, de lo contrario su mandato carecerá de autoridad moral y de respaldo ciudadano. Nos explicaremos: si acaso vota sólo el 40 por ciento del padrón, quiere decir que sólo 4 de cada 10 votantes expresaron su voluntad en las urnas. Si quien gana la elección lo hace con un -digamos- 40 por ciento de los votos, entonces querrá decir que sólo 4 de cada 10 personas que votaron escogieron a su Presidente, Gobernador o Alcalde. Sería una victoria pírrica, con MÁS VOTOS en contra o en abstención que con votos a favor, habrá ganado realmente la abstención y el —o los— futuros Gobiernos no tendrán el respaldo de la mayoría de la ciudadanía. Así que para EXIGIR a nuestros gobernantes sólo podremos hacerlo desde la posición de participantes en la elección, es decir, de personas que cumplieron su obligación y que votaron, que manifestaron SU VOLUNTAD. De no haber voluntad manifiesta, se esfuma el derecho a exigir, a llamar a cuentas, a formar parte del poder democrático del cual emana el poder del Estado. En las democracias el poder reside en los ciudadanos, por ello un gobernante democrático gobierna POR EL PUEBLO Y PARA EL PUEBLO, ya que es éste el que les otorga a sus gobernantes el poder bajo ciertas condiciones: que se apeguen a la ley, que no roben, que procuren el bienestar ciudadano y no el propio, que reconozcan y se apeguen a la independencia y autonomía de los tres Poderes de la Unión, que rindan cuentas y que operen bajo la lupa de la TRANSPARENCIA entendiendo que los ciudadanos contarán siempre con el derecho a saber cómo y en qué se GASTAN los RECURSOS. En resumen, no es una, sino varias y muy trascendentales las razones por las que debemos votar, cueste lo que cueste, a pesar de lo que está aconteciendo en Guerrero, Morelos y otros Estados. La violencia en varios Estados, con candidatos asesinados, incluyendo el de Guerrero, cuyo asesino burló la "vigilancia" de cuando menos QUINCE elementos de la Guardia Nacional, es una señal de alarma que indica el empoderamiento de los NARCODELINCUENTES en los procesos electorales. De no ser abatida la violencia, SÓLO LOS POSTULADOS por los delincuentes se atreverán a lanzarse como candidatos. Ya que cualquier otra persona que no esté arreglada con ellos correrá riesgo su vida. La confirmación de esto ocurrió ayer en Morelos, en donde cuando menos en dos ciudades aparecieron NARCOMANTAS amenazando a grupos rivales de no entrometerse en el proceso "comprando votos" con las más graves consecuencias. Según las autoridades, cuando menos TRES grupos delictivos se pelean territorios en Morelos, incluyendo la Familia Michoacana, Los de Siempre y el CJNG. Morelos es ya el segundo lugar nacional en tasas de víctimas por homicidio doloso, ¿y adivinen cuál es la entidad que el miércoles otra vez fue primer lugar como la más violenta del País? Es Nuevo León, donde el Gobernador puso como candidata a gobernar la capital del Estado a su ESPOSA. ¡Sólo Dios sabe a qué le llaman "nepotismo" en ese antes ejemplar y pujante Estado vanguardista! Comprenderán la preocupación de que, a como van las cosas, las "buenas personas" quedarán marginadas de los procesos electorales y se disipará la opción de VOTAR POR EL MEJOR, quedándonos sólo la de votar por el menos peor. ¡Así no se construye un gran país! |
31 mayo, 2024
30 mayo, 2024
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♦ Candil de la calle ♦ L uce, no un poco, sino un bastante, como "candil de la calle, oscuridad de la casa" la perorata que se aventó ayer Lopezuma contra "los diplomáticos de la ONU", que según él están dormidos respecto al conflicto Israel-Hamas. Alega que ha habido en Gaza miles de muertos, "muchos inocentes", y que ya es hora de que la ONU imponga la paz. ¿Conocen ustedes, amigos lectores, otro país en el que hay miles de muertos inocentes, en el que también ya es hora de que reine la paz? ¡MÉXICO! Pontifica como letrado tropical Lopezuma viendo la paja en el ojo ajeno cuando en el propio posa una viga. Si tanto le interesa la paz, ¿por qué no la procura aquí en su propio país? Sabido por todos es que en este sexenio, que es SU sexenio, no de Peña, no de Fox, ni de Calderón, para cuando se vaya existirá, asentado en la historia, un RÉCORD de HOMICIDIOS DOLOSOS casi llegando a los DOSCIENTOS MIL, según conteos. No los miles que alega este señor en Gaza, sino decenas de miles, esto en México BAJO SU MANDATO, lo cual es lo mismo que afirmar que bajo su responsabilidad. En todo el mundo es conocida su política de "abrazos, no balazos" y las consecuencias que este plan le ha traído al País: entre otras cosas, un clima de inseguridad muy elevado que se aproxima en varias zonas a la existencia del "Estado fallido". Es decir, los grupos criminales —como ustedes bien saben— han tomado el control en grandes sectores del País REBASANDO a las autoridades locales con la consecuencia de que es el crimen organizado, y no las autoridades, el que rige la vida pública imponiendo su ley, que es la ley del más fuerte. Corrompiendo, claro está, pero además imponiendo con superior armamento, brutalidad y cero limitaciones sus condiciones a la sociedad. Cobran piso, desplazan al comercio, trafican con el huachicol, secuestran, amenazan y por supuesto asesinan a quien se resista a sus condiciones. Esto está sucediendo en México, sin embargo, el Tlatoani Tabasqueño, en lugar de orientar sus esfuerzos para combatir estas plagas que afectan la vida de sus conciudadanos, prefiere dedicarle tiempo a involucrarse —sin que nadie se lo haya pedido— en el conflicto de Gaza. ¡El buen juez por su casa empieza! Acaba el INE de anunciar que por razones de INSEGURIDAD canceló la instalación de cuando menos CIENTO CUATRO casillas en el País, varios candidatos han eliminado sus cierres de campañas por AMENAZAS del crimen organizado y en lugar de preocuparse —y atender— las condiciones en su propio País, se anda inmiscuyendo en un añejo conflicto en el Medio Oriente. ¡Zapatero a tus zapatos! Existen muchísimos retos por superar en este nuestro México, además del mencionado de la inseguridad. Cierto que en Gaza hay mucho sufrimiento humano que lamentar, pero sufrimiento humano lo tenemos aquí en México, y en abundancia. No sólo ha crecido el número de mexicanos en pobreza extrema, sino que un prometido sistema de salud "igual o mejor" que el de Dinamarca JAMÁS LLEGÓ. El mismo Lopezuma, que aboga por la paz en Gaza, por sus pistolas canceló el SEGURO POPULAR y creó un sistema inventado y parchado que nunca funcionó, con la consecuencia que ya por terminar su sexenio sigue habiendo EN MÉXICO, al igual que en Gaza, insuficiencia de medicinas y de servicios de salud de calidad. ¡Qué Dinamarca ni qué ocho cuartos! RETROCESO absoluto en la calidad del sistema de salud es lo que tenemos, uno que en todo lo que va del sexenio no ha mejorado de manera significativa, y que hace de esa promesa de que superaremos a Dinamarca, con una cobertura de salud envidiable, una broma de mal gusto, casi cruel. Broma que indica claramente que quien prometió temerariamente tal dislate no sabe de lo que está hablando, o si acaso sabe, muestra una disposición detestable a MENTIRLE a la población, de engañarla, de embobarla —algunos dirán hechizarla— para hacerle creer cosas que SIMPLEMENTE NO SON, que no existen, salvo en la mente febril de quien pronuncia dislates como éste. Claro está, el citado es sólo uno de muchos, algunos de los que luego desmiente afirmando que no dijo lo que dijo, ello cuando claramente lo dijo. A personas con estos rasgos de personalidad no se les debería CONFIAR ni la administración de un estanquillo, menos la de un País. |
29 mayo, 2024
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♦ Gratitud ♦ P ues bien: declaro sin ambages que por la misma razón, por agradecimiento, el próximo domingo yo votaré en Saltillo, mi ciudad, por los candidatos del PRI. Lo haré por dos razones. La primera, porque todos son buenos candidatos. Hablo de Miguel Ángel Riquelme Solís, excelente gobernador que fue de Coahuila; de María Bárbara Cepeda Boehringer, talentosa representante de las nuevas generaciones; de Javier Díaz, candidato a alcalde de Saltillo, ayer destacado deportista olímpico, hoy político joven lleno de cualidades y que seguramente continuará la magnífica labor llevada a cabo al frente de la comuna saltillense por José María Fraustro Siller; hablo de Jaime Bueno Zertuche y de Jericó Abramo Masso, congresistas los dos de sólida experiencia. Ellos son la primera razón por la cual daré mi voto al PRI. La segunda es que los gobiernos priistas han hecho de mi ciudad y de mi estado un oasis de seguridad en medio de entidades asoladas por la violencia criminal. Coahuila es el último bastión que el PRI conserva en el país. No desconozco los vicios que encarnan en personajes como el tal Alito, ni la grave corrupción que caracterizó a ese partido en el sexenio federal anterior a éste, pero pecaría de ingratitud —feo pecado— si no reconociera los beneficios que en estos últimos tiempos ha recibido mi solar nativo de los gobiernos priistas, incluido el actual, a cargo de Manolo Jiménez Salinas, que en el poco tiempo que lleva al frente del estado le ha dado impulso ya en renglones tan importantes como el de la inversión y el empleo. He razonado, pues, mi voto. Y a las razones aducidas añado otra: un voto por Morena es un voto contra México... |
28 mayo, 2024
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♦ 2 de junio ♦ C ercana ya la elección del 2 de junio, la más importante y crucial de nuestro tiempo, noto una sensación de cansancio en la gente de las ciudades a las que últimamente me han llevado mis andanzas, bienandanzas todas gracias a la generosidad de mis cuatro lectores. La grimosa propaganda de los partidos hartó a la ciudadanía, acosada por todos los medios con los mensajes de los candidatos. Un cierto amigo me contó que el otro día encendió la rasuradora y le apareció en ella un spot de Claudia Sheinbaum. Lo mismo le sucedió a su esposa al conectar la plancha. En Radio Concierto, la emisora cultural de mi familia, nos vemos obligados a interrumpir una ópera o una sinfonía para cumplir la rigurosa pauta de publicidad política que se nos impone. Se dice que tan aplastante cantidad de anuncios es para convencer a los electores de acudir a las urnas, pero temo que el tedio causado por el machacón discurso provoque en muchos un efecto contrario y los haga caer en el pernicioso abstencionismo que tantas veces ha enturbiado las jornadas electorales. Buena noticia es que ya acaba esa pregonería, fatigosa por lo excesiva, y mejor novedad aún es que AMLO suspenderá sus mañaneras el jueves y el viernes, caritativo gesto que muchos le agradecemos desde el fondo de nuestro corazón. Por encima de todo debemos ir a votar el próximo domingo, pues el futuro del país está en riesgo. La continuidad del sistema impuesto por la llamada 4T entraña un grave peligro para México. Significa la instauración de un régimen totalitario, absolutista, cuya abanderada, Sheinbaum, ha declarado una y otra vez que buscará cambiar la actual Constitución por otra en que plasmará una ideología extremista y radical que pone al Estado por encima del individuo y busca anular los frenos y contrapesos necesarios para limitar a quienes ejercen el poder. Es necesario sujetar a los gobernantes al orden constitucional, de modo que no atenten contra los derechos de los ciudadanos ni lesionen valores tan trascendentes como la libertad, la democracia y la recta impartición de la justicia. Acudamos a las urnas ese decisivo día, el 2 de junio. Al hacer ese llamado reitero mi firme y sincera convicción de que un voto por Morena es un voto contra México... |
27 mayo, 2024
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♦ 2o piso del autoritarismo ♦ P ocas elecciones tan trascendentes como la del próximo domingo. Pocas campañas tan grises como las de esta temporada. La candidata del continuismo se dedicó a gestionar una ventaja que consideró irremontable. Paseó su triunfalismo por todo el país esmerándose en conservar el único voto que cortejó: el del Presidente de la República. Pudo haber presidido enormes concentraciones, pero su única preocupación era halagar al señor del Palacio. Al asumir la candidatura de Morena, o como la llamaban antes de que eso se formalizara, daba señales de que buscaría imprimirle su sello a la campaña. Coqueteó, a veces, con un cambio de acentos, insinuó con timidez que había problemas. Pero apenas lo sugería, se desdecía para jurarle fidelidad eterna al Presidente y promoverse como la cuidadora más fiel de su legado. La candidata de la oposición remó contra mil corrientes. La del régimen, cuyo mayor éxito fue definir su imagen en la opinión pública; la de los partidos que la apoyan, que no terminaron de respaldarla con entusiasmo; la de la tercera opción que decidió lanzarse contra la única opción competitiva; la de los medios y la crítica que la trató con severidad. Habiéndose preparado para dar la batalla en la Ciudad de México, tuvo que improvisar una campaña nacional. Su cruzada fue de altibajos. Estuvo salpicada de improvisación y muchas incoherencias; no terminó de bosquejar una idea clara de futuro. Pero si Sheinbaum terminó su campaña ensoberbecida, Gálvez, al final del camino logró definir nítidamente el sentido de la elección del 24: se trata de una elección por los equilibrios democráticos. El proyecto autoritario de Sheinbaum es explícito. El segundo piso del autoritarismo no estaría basado en la agresividad retórica del Presidente, en su intimidación a los opositores, en el hostigamiento a los medios y a los críticos. El segundo piso del autoritarismo morenista tendría sustento constitucional. Esa es la propuesta de Sheinbaum: consolidar institucionalmente el autoritarismo. Convertir las tretas en normas. Mientras el gobierno de López Obrador ha agredido a los órganos autónomos, ha cooptado instituciones, ha asfixiado presupuestalmente espacios constitucionales indóciles debilitando lentamente al pluralismo, Sheinbaum aspira a un sometimiento basado en la propia Constitución. Que la ley suprema se deshaga definitivamente de los estorbos a la Presidencia, que la representación popular sea altavoz y aplanadora de la mayoría y que se excluyan de una vez por todas las voces discordantes. Y que las instituciones arbitrales sean diputaciones en sintonía con el poder presidencial. La democracia de Sheinbaum no es pluralismo, no es tolerancia, no es negociación. Es la votación que ensambla una aplanadora. La democracia tampoco es para ella régimen constitucional. Lo ha dejado clarísimo en sus intervenciones recientes. Pretende dar fin a la democracia constitucional, esa que establece límites jurídicos a los poderes electos y que confía en un órgano judicial el control de parlamentos y gobiernos. A Sheinbaum le fastidia la democracia constitucional porque exige que el poder público camine por la ruta que la Constitución traza, porque frena el capricho. Los jueces se extralimitan cuando cumplen su función democrática. La Suprema Corte no debe examinar los problemas de "forma", dijo en una entrevista reciente. Debe concentrarse en el fondo de los litigios. Pero, ¿qué tribunal constitucional puede cerrar los ojos ante violaciones al procedimiento deliberativo de una asamblea? ¿Cómo podría pasar por alto las transgresiones que aplastan a las minorías, que impiden el diálogo y que anulan a un Congreso como foro de examen público de la legislación? Para Sheinbaum, el último juez de la República debe ser la Presidencia. Que los tribunales revisen el pago de los arrendamientos y la prisión de los acusados. La propuesta es clarísima: anular a la Suprema Corte como un tribunal constitucional. Aniquilar la democracia constitucional. Arriba del Presidente, nada. Arriba del Congreso, nadie. Esa es la propuesta política de Sheinbaum: autoritarismo basado en la Constitución; autoritarismo basado en la muerte del constitucionalismo. Eso es lo que estará en la boleta el próximo domingo. |
26 mayo, 2024
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♦ A los jóvenes votantes ♦ Y o sé muy bien que a los jóvenes no les gusta que les digan lo que deben hacer. Son independientes por naturaleza y eso está muy bien. Hace muchos años, cuando participé en el Movimiento Estudiantil de 1968 y fui testigo de la matanza del 10 de junio de 1971, algunos de mis mayores se opusieron, pero yo publiqué mi testimonio por decisión propia y nunca lo lamenté. Gracias a esa experiencia atesoré el valor de la libertad y comprendí algo que la terrible historia mundial del siglo XX había probado con creces. Me refiero al gigantesco daño que causa el poder absoluto en manos de una sola persona. Estudiando la historia de México he comprobado que los breves períodos de libertad y democracia que ensayamos en nuestra vida independiente (la época de Benito Juárez y la breve presidencia de Francisco I. Madero) fueron ahogados por la soberbia de los caudillos y la ambición de los presidentes, que gobernaban al país como si fueran monarcas, eligiendo a su sucesor. Creían que el país era suyo. Pero el país no era suyo. El país era y es de todos. Para enfrentar esa realidad indigna del pueblo mexicano, mi generación, guiada por grandes maestros, luchó para que México transitara a la democracia. Alcanzarla costó muchos años y muchas vidas. Pero valió la pena. Era el año 2000. Un nuevo siglo, un nuevo milenio. Por primera vez contábamos con un Instituto Electoral independiente en el que la ciudadanía y no el gobierno contaba los votos. Por primera vez tendríamos un Instituto de Transparencia al que podíamos acudir para identificar a los funcionarios corruptos. Por primera vez la Suprema Corte de Justicia fue autónoma. Por primera vez gozábamos de una libertad desconocida para mi generación, que hasta para manifestarse en las calles había corrido el riesgo de perder la vida. Por décadas vivimos sin las libertades que nos merecíamos y sin la democracia que necesitábamos. Creo que no hay que olvidar que nos tomó muchos años conquistarlas. Esto no significa que los gobiernos de este siglo hayan sido buenos. Por supuesto que no lo fueron. Cometieron muchos errores. Pero para castigarlos hemos contado con la democracia que, si bien no es garantía de un buen gobierno, es el mejor mecanismo que ha inventado la humanidad para limitar el poder y llamarlo a cuentas. Por eso, gracias a la democracia, la ciudadanía castigó al PRI, castigó al PAN, castigó de nuevo al PRI, y ahora debe emitir su veredicto sobre Morena. Yo quiero pedirles que reflexionen en esto. Y pienso sobre todo en aquellos de ustedes que van a votar por primera o segunda vez el 2 de junio. Nuestra democracia tiene la edad de ustedes. Igual que ustedes, nuestra democracia merece llegar al futuro. Pero ¿qué futuro? No es difícil imaginarlo. Un país que podamos volver a recorrer sin miedo al crimen, al secuestro, la extorsión, el robo. Un país en el que vuelva a funcionar el sistema de salud, las campañas de vacunación, el abasto de medicinas, los tratamientos contra el cáncer. Un país que acabe con la pobreza y reconozca el trabajo honesto. Un país cuyo gobierno cuide el aire que respiramos y el medio natural que nos rodea. Un país cuyos libros de texto sirvan al saber científico y humanístico y no al adoctrinamiento. Un país en el que se respeten las diferencias de opinión. Un país de leyes. Un país de instituciones. Un país sin mentiras. Un país sin odio. ¿Es mucho pedir? No, no es mucho pedir. Pero una cosa es clara: si ese futuro que merecen ustedes ha de llegar, México no puede ser, México no debe ser, la propiedad de un solo hombre ni de un solo partido. Por eso los invito a votar a conciencia el próximo 2 de junio. No dejen su futuro a la suerte ni lo dejen en otras manos. Su futuro está en el voto, porque el voto es el instrumento primero y fundamental para orientar, vigilar y sancionar al poder. Sin voto no hay democracia, sin democracia no hay libertad; sin voto ni libertad ni democracia no hay México. He invocado el nombre de México. México es nuestra casa común, es nuestro hogar. Votar a conciencia es votar por México. Voten a conciencia. Voten. Es por México. |
25 mayo, 2024
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♦ Xóchitl o el estallido ♦ V ibrante. Enjundiosa. Nerviosa. Desde que decidió buscar la candidatura de la alianza opositora —una senda cuesta arriba sembrada de obstáculos—, no parece haberse detenido a respirar. Nada la define como esa imagen en la que, enfundada en su casco, la vemos pedalear sin pena: pura energía, a veces desbocada, sin que ella misma sepa adónde habrá de conducirla. Si su rival es una corredora de fondo, disciplinada y obsesiva, incapaz de mirar hacia otro lado (la próxima semana intentaré dibujarla), Xóchitl prefiere los sprints, los atajos y la invención —no siempre afortunada— de rutas alternativas. Su mayor baza es su talón de Aquiles: no es, y al mismo tiempo sí, parte de la clase política que, a regañadientes, no tuvo más remedio que apoyarla, como la luz que a veces es onda y a veces partícula. Hasta hace poco nadie habría pensado que una empresaria de origen indígena, que se define de centroizquierda —aunque su perfil muta día tras día—, habría podido encabezar la variopinta, por no decir anómala e incoherente, oposición a López Obrador. Su carrera es, sin duda, admirable: de un pueblo de diez mil habitantes en Hidalgo —una zona de lacerante pobreza, debida a los inagotables gobiernos del PRI que ahora la apoya— a la antesala de Palacio. Las anécdotas sobre sus esfuerzos para estudiar en la UNAM, pese a las burlas clasistas, exceden la estrategia lacrimógena: en un lugar con estirpes políticas incombustibles, ella no le debe nada a ninguna. Y, frente a Sheinbaum, que proviene de una familia que posee el único otro elemento de ascenso social en nuestro país, la riqueza intelectual, ella se forjó a sí misma, y eso no es poco. Elegida por Fox cuando —aunque los jóvenes no puedan creerlo— este representaba la esperanza, inició su tortuoso paso por la política, que podría haberla llevado tanto al PAN como al PRD (y luego a Morena). Frente al cúmulo de ultraderechistas enfebrecidos que pululan por doquier, es un respiro que una mujer como ella, el reverso de la radicalidad, encabece la segunda fuerza del país. Solo por ello deberíamos celebrar su aventura: en un universo paralelo, Lilly Téllez ocuparía su lugar. Cuando al fin los partidos tradicionales doblaron las manos para cobijarla —valiéndose de los chanchullos de costumbre—, Xóchitl ya era un cohete. Su estallido revitalizó a los detractores de la 4T y provocó el justificado temor de López Obrador, y luego su furia: acaso él ya no sea otra cosa que furia concentrada. Para enfrentarse a su primero los pobres (que en realidad ha sido: primero los pobres y los ricos, y al último la clase media), aparecía una mujer de una clase social mucho más modesta que la de su candidata. Su desparpajo y tozudez parecían capaces de entorpecer su culto transexenal y desde entonces AMLO se ha dado a la tarea de derruirla con todas las herramientas del Estado: justo lo que Fox o Calderón hicieron en su contra. Estallar no es, sin embargo, perdurar. La valentía de Xóchitl ha estado a la altura de su inconsistencia: una cosa es ser moderada, otra decirle a cada cual lo que quiere oír. Funciona unos días, luego cansa y decepciona. Optó por seguir adelante sin saber cómo seguir: de allí sus tropiezos, sus dislates, su distracción. Así como Claudia defiende una agenda que ya poco tiene de izquierda, Xóchitl es la fachada de tres partidos que —como revelan sus lapsus— representan algo que ella jamás habría querido encarnar. No hay remedio: ellos hacen como que la respetan, ella como que les cree. Al final, su discurso es un batiburrillo sin programa, repleto de ocurrencias y gracejadas. Tarea difícil la suya: oponerse a la militarización lopezobradorista con Calderón a cuestas y denunciar la corrupción de la 4T con Alito al lado. Muchos —tanto los intelectuales que llamaron a votar por ella como los dirigentes panistas y priistas— asumen que se trata del mal menor. Es poco probable que ello baste para que su deslumbrante vuelo no acabe por los suelos. Solo algo parece seguro: si —como se prevé— termina derrotada, sus incómodos aliados serán los primeros en abandonarla. Ella, en cambio, seguirá pedaleando. |
24 mayo, 2024
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♦ AMLO, la víctima ♦ E l Presidente siempre se dice víctima. Ayer se refirió al asesinato del menor Dante Emiliano en Paraíso, Tabasco, de la siguiente manera: "Aunque se enojen, como estamos en temporada electoral y todo lo que sea para perjudicarme a mí, más que es mi estado, pues los corruptos están muy enojados, magnifican mucho todo lo relacionado con la violencia; antes callaban como momias y ahora gritan como pregoneros". López Obrador está en lo correcto cuando busca informar de manera adecuada lo sucedido este 22 de mayo. Las imágenes del pequeño de 12 años, herido de bala, que gritaba "¡No me quiero morir!, ¡no me quiero morir!", conmocionaron al país. La información que se dio a conocer en redes sociales señalaba que había tratado de defender a su madre de un intento de secuestro. El Presidente aclaró ayer que el caso no tenía nada que ver con un supuesto secuestro de la madre, quien no se encontraba siquiera en el lugar. Al parecer los testimonios de la abuela están sirviendo para aclarar el caso. Según AMLO, "Básicamente [el ataque] fue a él, salió de la casa —esa es la información que tenemos— con tres personas que estaban en un carro. Creo que quisieron llevárselo a él y salió uno de ellos del carro y le dispararon, pero no es lo del secuestro". El lenguaje es confuso, pero por lo menos el Presidente estaba tratando de aclarar, informar. Para eso debería ser la conferencia de prensa. Pero de ahí a lanzarse contra unos "corruptos muy enojados", que supuestamente están conspirando para perjudicarlo, hay mucho trecho: "Entonces, hay que entender eso también —añadió—. ¿Qué se puede esperar de esta gente que tienen como dios al dinero? Los vuelve locos el dinero, los obnubila el dinero". La reacción de López Obrador es digna de un paranoico narcisista. No sé si es espontánea o si forma parte de una estrategia, pero ratifica su visión de que él es el salvador de la nación y enfrenta a todos los villanos que se oponen a sus esfuerzos por defender al pueblo bueno. López Obrador es un gran comunicador, lo cual le ha permitido alcanzar la Presidencia de la República, construir un movimiento político que se extiende por todo el país y convertirse en un Presidente muy popular. Ha hecho posible también que su candidata presidencial, Claudia Sheinbaum, esté en un cómodo primer lugar en la mayoría de las encuestas. Algunas de las posiciones que asume son sensatas. Ayer, por ejemplo, dijo que los integrantes de Movimiento Ciudadano no son responsables de la tragedia en el mitin de San Pedro Garza García de este miércoles: "Expresamos nuestra solidaridad con Movimiento Ciudadano, con sus dirigentes; sabemos que ellos no tienen culpa, ellos hacen sus actos como todos". Pero el Presidente es razonable en aquello que lo beneficia e irracional cuando se enfrenta a hechos molestos. Movimiento Ciudadano le está sirviendo como instrumento para alejar votos de la oposición, lo cual es parte de su estrategia para obtener la mayoría calificada en las dos Cámaras del Congreso e impulsar las reformas constitucionales que le darían un poder absoluto a su sucesora en el próximo sexenio. En cambio, busca aprovechar el homicidio del niño Dante Emiliano en Paraíso para atacar a sus críticos; quiere convertirse en víctima, cuando no lo es; pretende presentarse como el afectado de un complot de esos "locos por el dinero" en un caso doloroso en el que simplemente debería ofrecer su pésame y apoyar las investigaciones de la fiscalía tabasqueña. No dudo que López Obrador haya sido perjudicado por maniobras de sus adversarios en el pasado. En este caso, sin embargo, las únicas víctimas son el niño asesinado y su familia. |
23 mayo, 2024
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♦ La arrogancia ♦ A lguien ha dicho que el poder embriaga. Yo, que soy menos que alguien, digo que el poder apendeja. Eso de ofrecer energía eléctrica a Belice cuando aquí estamos sufriendo continuos apagones es una pendejada, si no soberana al menos presidencial. Igualmente es una reverenda majadería lo de traer médicos de Cuba, pese a que hay miles de jóvenes doctoras y doctores mexicanos que no encuentran trabajo, o que lo consiguen en condiciones de precariedad. Lo dicho por Claudia Sheinbaum en el tercer debate, eso de hacer que el Tren Maya llegue hasta Centroamérica, es una tontería que llega mucho más allá. Tales acciones y declaraciones recibían antes el nombre de mariguanadas, pero la que otrora fue llamada "yerba maléfica", la humilde mariguana, puede hoy considerarse inocua si se le compara con las sustancias actualmente en uso entre los adictos a los llamados "paraísos artificiales", que siempre terminan siendo infiernos, dicho sea sin ánimo de moralizar. Uno de los más notables atributos que caracterizan a los autócratas es la soberbia. Esa arrogancia los pierde más temprano que tarde. El mayor riesgo que hoy por hoy enfrenta nuestro país es que el gobierno antidemocrático del arrogante López se perpetúe vía su corcholata, igualmente altanera, motivo por el cual no está de más repetir que un voto por Morena es un voto contra México... |
22 mayo, 2024
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♦ Nuevo partido ♦ L os años de mi vida transcurrieron bajo dos partidos: el PRI y el PAN. Ambos tenían en épocas pasadas algo de lo que ahora carecen por completo: ideología. Eso les daba personalidad distinta, estilos diferentes. En el PRI se hablaba todavía de la Revolución; el PAN era llamado "el partido de la gente decente", pues aunque su participación en política era por entonces meramente simbólica, abanderaba con entereza y lucidez principios y valores opuestos al sistema, del cual salían, sexenio tras sexenio, aquellas "comaladas de millonarios" a las que estábamos ya acostumbrados. Gobierno y PRI eran una y la misma cosa. Fui crítico tenaz del prigobierno, igual que lo he sido ahora de Morena, copia al carbón del priismo. Copia al carbón del PRI es hoy Morena, aunque también algún malqueriente del fundador de este último partido podría decir de la otra manera. A lo que voy es a señalar que tanto el PAN como el PRI están ahora desgastados, desprestigiados, acabados. De ahí que la corcholata de AMLO haya insistido en llamar a Xóchitl Gálvez "la candidata del prian". En efecto, la abanderada de la ciudadanía libre ha debido cargar en su campaña con el lastre de esas siglas que hoy por hoy son estorbo más que impulso. No cabe duda de que tanto el partido tricolor como el blanquiazul están casi muertos y casi sepultados. Después, en el 97, el PRI perdió la mayoría en el Congreso, y luego, en el 2000, vino la alternancia con el triunfo de Vicente Fox, magnífico candidato, pésimo Presidente, lo mismo que quien ahora habita en el Palacio Nacional. Me temo que si Sheinbaum llega a la Presidencia volverá a ser quien fue en sus años de activista joven, y mostrará un izquierdismo radical, no a la manera de los modernos socialismos europeos, sino a semejanza de los Gobiernos estatistas, antiindividualistas y totalitarios que han llevado a la ruina a países que en otro tiempo conocieron el bienestar y la prosperidad, como Venezuela, y que ahora están en la desgracia. Copia al carbón del PRI es hoy Morena, aunque también algún malqueriente del fundador de este último partido podría decir de la otra manera. A lo que voy es a señalar que tanto el PAN como el PRI están ahora desgastados, desprestigiados, acabados. De ahí que la corcholata de AMLO haya insistido en llamar a Xóchitl Gálvez "la candidata del prian". En efecto, la abanderada de la ciudadanía libre ha debido cargar en su campaña con el lastre de esas siglas que hoy por hoy son estorbo más que impulso. No cabe duda de que tanto el partido tricolor como el blanquiazul están casi muertos y casi sepultados. Por eso me atrevo a hacer una propuesta: la llamada "Marea Rosa" debe convertirse en un partido político que en modo permanente se oponga a Morena, el nuevo PRI, y en forma constante, no sólo en esporádicas manifestaciones, sirva de freno y contrapeso al partido oficial, cuyo jefe máximo, López, no dejará de serlo, por más que diga una y otra vez que se jubilará. Ya sabemos lo que vale la palabra del caudillo. Pues bien: aunque nos hayamos habituado al PRI y al PAN por las muchas décadas de su existencia, debemos ya arrumbarlos en el cuarto de los trastos viejos, y oponer al partido hegemónico de López Obrador un nuevo partido verdaderamente ciudadano, que no cargue con el peso de los errores y claudicaciones de aquellos viejos organismos, decrépitos, reumáticos, anémicos, cuyo desprestigio no los puede llevar ya más que a la cárcava, esdrújulo eufemismo usado antes por quien no quería decir tumba, sepultura o fosa. Urge la creación de un nuevo partido, el cual puede surgir de los millones de mexicanos y mexicanas que acudieron el pasado domingo a acallar con una incontenible marea rosa la palabrería de AMLO. Ellos rescataron la bandera que el atrabiliario Presidente tenía secuestrada, e hicieron sonar en el Zócalo, corazón de México, las voces de la libertad, la democracia y la justicia. A esas voces añado yo la mía y digo una vez más que un voto por Morena es un voto contra México... |
21 mayo, 2024
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♦ ¿Xóchitl o Claudia? ♦ D esciendo a terrenos más terrenos para decir que a Claudia Sheinbaum le sobra habilidad política, pero le falta conciencia ciudadana, en tanto que Xóchitl Gálvez posee sobra de sensibilidad cívica, pero necesita más experiencia de gobierno. Me inquieta la posibilidad de que la elegida por el dedito —dedazo— de AMLO llegue a la Presidencia, pues la siento anclada en los dogmas de la izquierda de los años 60 del pasado siglo, como lo evidenció al iniciar su participación en el tercer debate con la mención de los acontecimientos del 68, a los que atribuyó el nacimiento de la lucha por la democracia en el México de hoy. No comparto esa visión. El 68 fue una dolorosa tragedia que ciertamente no se olvida. La llamada "dictadura benévola" hizo a un lado su benevolencia al sentirse amenazada y echó mano a la represión, igual que hizo en el 71. Sin embargo, por una u otra causas la ciudadanía en general no acompañó a los disidentes, ni protestó en las calles por el encarcelamiento de sus líderes. Pienso que el verdadero germen de la lucha por la democracia en México surgió de los escombros causados por los temblores del 85, desastres que llevaron a la sociedad civil a organizarse para hacer lo que no hizo el Gobierno, con Miguel de la Madrid ausente, como si nada hubiese sucedido. Después, en el 97, el PRI perdió la mayoría en el Congreso, y luego, en el 2000, vino la alternancia con el triunfo de Vicente Fox, magnífico candidato, pésimo Presidente, lo mismo que quien ahora habita en el Palacio Nacional. Me temo que si Sheinbaum llega a la Presidencia volverá a ser quien fue en sus años de activista joven, y mostrará un izquierdismo radical, no a la manera de los modernos socialismos europeos, sino a semejanza de los Gobiernos estatistas, antiindividualistas y totalitarios que han llevado a la ruina a países que en otro tiempo conocieron el bienestar y la prosperidad, como Venezuela, y que ahora están en la desgracia. A una extremista radical es preferible una Presidenta que supla su falta de experiencia con un equipo de colaboradores capaces, honestos e imbuidos de amor a México, no entregados a un jefe máximo o una ideología ya obsoleta, sino dispuestos a servir a este país, ahora tan quebrantado y dolorido. Por todo lo anteriormente dicho, y por muchos motivos más, renuevo el lema que cada día repetiré hasta el día 2 de junio: un voto por Morena es un voto contra México... |
20 mayo, 2024
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♦ Deslenguado ♦ L o escribo con todas sus letras: Andrés Manuel López Obrador es un deslenguado. Digo eso sin el menor respeto. Quisiera guardárselo, no por su persona, que no lo merece, sino por su investidura, pero él no deja que se le respete, pues no es respetuoso. Con insolencia nacida no sé si de estulticia o de soberbia injuria a quienes llama sus adversarios, que son todos aquellos que no piensan como él o que se atreven a hacer la crítica de sus mayúsculos errores, sus continuas ilegalidades y su notoria incapacidad de gobernante, seguramente el peor que México ha tenido en nuestra época. En efecto, su sexenio ha alcanzado cotas de violencia e inseguridad nunca antes vistas, y, aunque una de sus principales jactancias es la honestidad, alguna vez se conocerán las graves formas de corrupción en que han incurrido sus allegados. Él mismo ha robado algo más importante que dinero: contra toda ley y toda razón se ha apoderado de instituciones fundamentales para la vida nacional; las ha hecho desaparecer o las ha comprado, y eso es una forma de corrupción más grave y más nociva que la de los ladrones del erario. No caigo en culpa de injusticia cuando tildo de deslenguado al Presidente. Dijo que la bandera nacional es de todos los mexicanos, "incluso de los traidores". Con ese término aludió a los millones de ciudadanos que disienten de sus erráticas políticas, particularmente a quienes acudieron ayer al Zócalo a manifestar su protesta por los desmanes de AMLO y expresar su apoyo a quienes pueden poner freno a sus abusos y los de su partido tanto en el país como en la Ciudad de México. Pocos calificativos hay tan duros como el de traidor. El mismo López debe reconocer que se excedió al usarlo contra incontables compatriotas suyos. El empleo de ese adjetivo por parte de quien —se supone— es el Presidente de todos los mexicanos constituye una incalificable villanía y muestra el talante totalitario y autocrático del insultador. No recuerdo a ningún mandatario que en forma tan soez haya ofendido a tantos mexicanos y mexicanas. Qué bueno que un hombre así se encuentra ya al final del periodo para el que en mala hora fue elegido. Quedará sólo —quedará solo— como un mal recuerdo. Cuando no tenga ya qué dar a sus aduladores aun ellos se sentirán aliviados de la pesada carga de tener que hablar bien de quien ha obrado tan mal. Ya lo veremos. Mientras tanto, digamos otra vez que un voto por Morena es un voto contra México... |
19 mayo, 2024
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♦ Hegemonía ♦ U na hegemonía política como la que construyó el PRI en sus años dorados requiere de una narrativa compartida sobre qué es lo bueno. Una hegemonía cultural, siguiendo la obra de Gramsci. Los gobiernos posrevolucionarios la materializaron poniendo como piedra fundacional del régimen a la Revolución mexicana y sus demandas sociales. La educación pública reforzaba la historia oficial. Desde esa hegemonía podían, sin ruborizarse, llamar "patriótico" al fraude electoral de Chihuahua en 1986 para evitar que "la reacción" llegara al poder. AMLO ha logrado imponer su visión entre amplios sectores. La mañanera es la homilía diaria. En ella se puede defender cualquier cosa, hasta que la refinería de Dos Bocas va bien y que Rocío Nahle es honesta. El Presidente dice cosas que hubieran sido escandalosas en sexenios anteriores. Al arranque de la pandemia —en la que morirían 800 mil personas— afirmó: "... vamos a salir fortalecidos, o sea, que nos vino esto como anillo al dedo para afianzar el propósito de la transformación", o, tema central del debate de hoy, afirmar: "no hay más violencia, hay más homicidios". Desde esa posición de constructor de verdades, los empleados de la Secretaría del Bienestar que reparten los programas sociales usan sin rubor los chalecos morados —identificados con Morena—. Al mismo tiempo pretenden que el INE deje de usar el color rosa, por ser el de la marcha de hoy. Supongo que su deseo más profundo es que el INE también use el morado. Como todo aspirante a fundar una nueva hegemonía política, o se está con él o contra él. Para AMLO, la marcha de hoy no forma parte de la disputa democrática y legítima por el poder, sino de una conspiración de conservadores que son, lo dijo el viernes, traidores a la patria. Entre más concurrida, más se cuestionará su hegemonía. Como no puede convencer a todos de la narrativa oficial, si alguien persiste en la crítica, o peor aún, si desnuda alguno de sus supuestos logros, será señalado en la mañanera como traidor o como vendido. Si no ceja, terminará siendo atacado de alguna forma. Desacreditar a los críticos ayuda a convencer a los seguidores de que, cuando se denuncian con evidencia casos de corrupción, es un invento. Ejemplo claro es el trato ilegal y artero contra María Amparo Casar e hijos, publicando sus datos personales e iniciando un procedimiento penal por presunto fraude. En un país donde la impunidad por homicidios llega al 93 por ciento, los recursos del Estado se ponen al servicio de las intrigas presidenciales. La propuesta electoral explícita de AMLO y de su candidata es desaparecer los contrapesos y consolidar su hegemonía. Nadie se puede sentir engañado si ganan y lo hacen. Vean el debate de hoy. Puede ser el último donde no haya puros paleros del candidato oficial. De ganar la Presidencia, se expandirá por todas las vías esa nueva hegemonía, incluida la cultural. Por ejemplo, veremos la consolidación de la Nueva Escuela Mexicana como base de construcción de una visión del mundo donde el esfuerzo individual para progresar es sancionado moralmente. Dada esa necesidad de afianzar la hegemonía cultural, Claudia Sheinbaum tendría muy poco margen para el cambio en ámbitos donde AMLO ha tratado de consolidar su visión del mundo, como en el energético. Regresar a las reglas de competencia y la no discriminación de la inversión privada de la reforma energética del sexenio anterior pondría en duda esa hegemonía. Por eso en América Latina a los gobiernos de la vieja izquierda les cuesta tanto promover un crecimiento económico sostenido. Son proclives a pagar el precio de continuar con absurdas políticas, como la energética en el caso de AMLO, con tal de que sean consistentes con su ideología. Para poderse sostener en el poder en caso de crisis económica, es crucial haber desmontado antes las instituciones autónomas y los contrapesos. |
17 mayo, 2024
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♦ Valiente ♦ I mportante nos parece que la nación reconozca la valentía y la aportación cívica de la jueza Sandra Leticia Robledo, quien públicamente denunció haber recibido presiones a nombre del Tlatoani Tabasqueño para que su fallo se diera como se lo indicaba —vía el entonces secretario general del Consejo de la Judicatura, Carlos Alpízar— el Ministro amlista de la SCJN, Arturo Zaldívar, hoy miembro del equipo de la candidata del oficialismo, Claudia Sheinbaum. Confirma con aplomo y arrojo la jueza lo que otros miembros del Poder Judicial han afirmado: que Zaldívar cabildeaba —a nombre del inquilino de Palacio Nacional— los fallos de los jueces para favorecer los caprichos del Presidente. En el caso mencionado por la jueza Robledo, se trataba de enajenar a favor de la SEDENA una propiedad en Valle de Bravo. Queda pues confirmado en primera instancia la ilegal e indebida intromisión del Poder Ejecutivo en el desempeño del Poder Judicial. El cual, según nuestra Constitución, es INDEPENDIENTE de los otros dos Poderes (Ejecutivo y Legislativo), por lo que la intromisión no sólo resulta ilegal, sino que conforma un delito por el cual debería ser procesado el expresidente de la Corte, quien siempre ha mostrado ser no un jurisprudente defensor de la ley, sino un lacayo al servicio del Tlatoani. Preocupa a la jueza, y ahora que lo sabe todo México a los ciudadanos, que este señor —de llegar a ganar la Sra. Sheinbaum— ocupe un alto cargo en su Administración desde donde continúe con su abuso de autoridad. Obvio resulta que pese al escándalo por la actuación de Zaldívar, sus abusos no han ameritado una fijación de postura crítica por parte de quien lo llamó a colaborar en su equipo de campaña, Claudia Sheinbaum. Incrementa la preocupación el hecho de que la candidata del oficialismo ni siquiera ha tenido la delicadeza, en otros casos, de distanciarse de miembros de su manada acusados de actos indebidos. Por ejemplo, la candidata de su partido a la Gubernatura de Veracruz, Rocío Nahle, a quien se le han descubierto propiedades y depósitos que rebasan por mucho sus ingresos como servidora pública. Las acusaciones a Nahle, a quien Sheinbaum arropa y apapacha, están fundamentadas en documentos, de manera que no hay forma de excusar los hechos con el consabido "es víctima de un golpeteo político". No es Nahle la única persona de conducta cuestionada cercana a la candidata oficialista: se ha mostrado cercana a líderes sindicales cuyo modus operandi está más ligado al de los grandes capos que al de quienes supuestamente defienden los intereses de los trabajadores. Preocupa, pues, esta propensión de la criatura política del Tlatoani no sólo a ignorar el comportamiento turbio entre sus colaboradores, sino a solaparlo y defenderlo. Dijo la valiente jueza Robledo que llegaron los amanuenses que la presionaban a decirle que el Cacique Mayor estaba "muy enojado" y que pudiera "exhibirla en la mañanera". Nuevamente se confirma que el predicador desmañanado emplea las conferencias oficiales —institucionales— para GOLPEAR a quien no se pliega a sus caprichos. Iniciamos el opus de hoy afirmando que Robledo merece un reconocimiento de la sociedad: se requiere de mucho valor cívico para denunciar estas cochinadas, sobre todo cuando son acompañadas de amenazas apoyadas por el poder del Estado, que en manos de estas gentes se ha vuelto ilimitado. Observamos consternados los ciudadanos cómo nadie se atreve a llamar a cuentas a un rijoso gobernante que pisotea no sólo la ley, sino los preceptos democráticos. Lo único válido para el jefe de Zaldívar son sus CAPRICHOS, dar rienda suelta a sus resentimientos y cobrar venganzas de añejos fracasos políticos. Jamás ha cuestionado "¿qué hice mal?", no, siempre todo es culpa de alguien más: si un juez falla en su contra no es que su querella estaba mal fundamentada: para él siempre resulta que —según afirma de manera tan exagerada— los jueces defienden viejas prácticas corruptas de los "neoliberales". ¿Y los abusos cometidos en SU Administración, por esos quién responde? |
16 mayo, 2024
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♦ Iglesia marginada ♦ L es guste o no a los "transformadores", México es una nación católica: cierto, se respetan todas las creencias y se practican otras religiones, pero desde su insigne origen se apega a las prácticas del catolicismo, siendo la Iglesia un bastión de veneración social y una de las instituciones que genera el mayor respeto en el País. Por ello siempre ha sido tomada en cuenta por cuanto Gobierno hemos tenido, pues representa un PODER fáctico, real, moral, que amerita ser escuchado y atendido... hasta que llegó la Cuarta Trastornación, la cual ha ignorado olímpicamente a sus representantes locales y romanos. Quedó esto de manifiesto con el asesinato de jesuitas en Creel, Chihuahua, así como en las escasas ocasiones en las que el Tlatoani Tabasqueño se ha reunido con los Obispos mexicanos. Viene esto a colación, ya que ayer los Obispos de Chiapas (San Cristóbal, Tapachula y Tuxtla) advirtieron que, debido a la violencia y al control que tiene el crimen organizado sobre las poblaciones, en ese Estado las ELECCIONES corren peligro. Lamentan, igualmente, que la CORRUPCIÓN imperante vaya de la mano con la violencia y la falta de propuestas concretas de los candidatos, de todos los niveles, para erradicar tanto una como la otra. Esto acontece justamente cuando el Alcalde morenista de Reynosa, Carlos Peña, acusa que ha sido amenazado por el crimen organizado en su campaña por la reelección. Y también se da cuando el Instituto para la Economía y la Paz (IEP) nomina a México como uno de los países más peligrosos DEL MUNDO para ejercer el papel de político o servidor público. (Lo mismo se ha dicho respecto al oficio de periodismo, lo cual impacta el ejercicio de la libertad de expresión, graves ambos indicadores). Es alarmante el llamado de los Obispos, representantes de la Iglesia, sobre todo porque ya sabemos que la advertencia caerá sobre oídos sordos. Este Gobierno —que más bien asemeja una organización política permanente— no escucha a nadie y ha ignorado y ninguneado a la Iglesia, al igual que a organizaciones civiles independientes. Esta falta de respeto no sólo es a la Iglesia, sino también es una afrenta a los ciudadanos que la VENERAN y que siguen sus prácticas y costumbres. Se nos presenta como CONTRASTE la anécdota atribuida al General norteamericano George Patton, quien cuando conquistó en Sicilia la ciudad de Messina, a su entrada triunfal fue recibido por el Cardenal de la entidad. Al verlo, Patton subió las escaleras que llevaban al atrio de la Iglesia, cabeza descubierta, donde se encontraba su eminencia, y cuando estuvo frente a él, Patton SE ARRODILLÓ a sus pies y BESÓ su anillo cardenalicio. La ciudadanía explotó en algarabía ante el acto de humildad del conquistador, quien con un solo gesto, aun con el poder de su ejército y sus tanques, reconocía la supremacía del poder moral de la Iglesia. Hace buen tiempo que en México nuestros gobernantes dejaron de reconocer la supremacía de la Iglesia que encapsula en su seno a la mayoría de los mexicanos. Ignoran estas gentes sus preocupaciones, sus llamados, incluso su misión sagrada de velar por el bienestar de los feligreses. ¿Cuántas obras de caridad no realiza la Iglesia en todo el País? ¿Quién hace más por los pobres y por los desamparados? No obstante, nuestros "conquistadores" consideran estar por encima de la Iglesia y sus representantes, las preocupaciones de sus miembros, Cardenales, Obispos y sacerdotes les tienen sin cuidado. Chiapas —tristemente— no es el único Estado en el que la violencia y la corrupción campean a sus anchas, haciendo peligrar no sólo las elecciones, sino las instituciones democráticas, desde Gubernaturas hasta Alcaldías, situación que conduce al "Estado Fallido". Inseguridad hay en Michoacán, Zacatecas, Tamaulipas, Nuevo León, Guerrero y en muchas otras entidades. ¿Acaso les importa a los marxistas de hoy, cuyo enemigo principal —según su doctrina— es precisamente la Iglesia, el elevadísimo grado de inseguridad que padecemos? No, ni siquiera reconocen el hecho. Queridos Obispos chiapanecos, que esto no los silencie: ¡sigan denunciando, sigan expresando la angustia de sus conciudadanos!, y rezando por que pronto llegue al poder una casta de nuevos políticos que SÍ LOS ESCUCHEN, los respeten y le reintegren a la Iglesia el profundo respeto que merece. |
Opinión
También 'carrancearon' a la ínclita "Ministra del pueblo" Sin rodeos Diego Fernández de Cevallos ...