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D.n Enrique Gómez Orozco escribió en am - León (31/10/2024) ♦ Prepararnos para Trump ♦ E l sitio de análisis estadístico 538, realiza simulaciones sobre el resultado en las elecciones de Estados Unidos. Los números dan el triunfo a Donald Trump en 51 simulacros y a Kamala Harris en 49. Aunque la carrera está cerrada, el expresidente tiene ventaja. Sus amenazas proyectan una larga sombra sobre nuestro destino. Para Trump el apoyo de Elon Musk resulta fundamental. Cuando el módulo del cohete Starship de Musk regresó a tierra como un hito en la tecnología aeroespacial, surcó en la mente de muchos el impacto que tendría en la visión de futuro de los norteamericanos. Musk, el genio que cambió el destino del mundo con Tesla y SpaceX, será el fiel de la balanza si gana Trump. Aparte de los cientos de millones de dólares que aporta a la campaña, hay otros multimillonarios en espera de reducción de impuestos y un gobierno proteccionista. Para México, lo sabemos, son malas noticias por las amenazas de deportaciones masivas, el muro, aranceles y hasta de una invasión para capturar a narcotraficantes. Las probabilidades de que Trump cumpla todo son bajas. Su retórica migratoria tiene fines electorales. Estados Unidos se hundiría en una gran recesión económica si no contara con los millones de latinos indocumentados que hacen fuerte a su industria turística y de servicios. Los aranceles, como los plantea el “agente naranja”, serían un balazo en el pie si los aplica a México. Las empresas que fabrican autos en el país son norteamericanas; los productos agrícolas con arancel significan inflación y un esfuerzo mayor para cubrir productos básicos. Los aranceles serían en dos sentidos. Si EEUU pone arancel al aguacate, México tendría que ponerlo al sorgo, al maíz amarillo y a miles de productos que importamos, desde papas hasta cerdos. Los aranceles son un freno al comercio y cuando se frena el comercio los países se empobrecen. Lo que le interesa a los políticos en campaña es vender ideas extremas que tengan jalón con el pueblo, sobre todo con las masas más desinformadas. A los norteamericanos que van a votar por Trump no les importa que sea un criminal, que sus cuentas sean falsas o que haya abusado de todo lo que pudo, desde amigas hasta colaboradores de su gobierno. Como todos los fascistas, Trump despierta los peores instintos en sus seguidores. Son neoconservadores, billonarios xenófobos o trabajadores que no ven el problema de la productividad de China o de México como una competencia real y no un abuso, como lo pinta su líder. El resultado de la elección de la semana que viene no depende de nosotros, lo que sí contará es cómo nos prepararemos para un eventual regreso de Trump. El nacional populismo no abona, los regalos a Cuba tampoco; la retórica en contra de nuestro vecino sería una oportunidad para un conflicto que hasta hoy no tenemos. La tontería de poner en la Constitución la prohibición del maíz transgénico es otro agravio al libre comercio. Durante décadas hemos usado mejoras genéticas en híbridos con el único efecto de aumentar las cosechas y la economía de las familias que viven de la producción agropecuaria. Si la ideología le gana a Morena, el sexenio podría ser peor que el anterior en términos de crecimiento. Necesitamos un pragmatismo estratégico. ¿Qué sirve para la mejora del país?, ¿cómo podemos seguir aprovechando la vecindad con un vecino que produce 20 veces más que nosotros? Eso debemos meditar. |
31 octubre, 2024
30 octubre, 2024
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D.n Armando Fuentes Aguirre escribió en am - León (30/10/2024) ♦ Dilema ♦ E n la Facultad de Filosofía y Letras de la UNAM asistí al curso de Literatura Dramática Comparada impartido por la maestra Margarita Quijano. Era ella una mujer alta y de buena presencia. Se decía que fue novia de Ramón López Velarde. En su clase leímos varias obras de Shakespeare, entre ellas, naturalmente, “Hamlet”. Por azar, ya que los estudiantes nos turnábamos en la lectura, me tocó leer el célebre monólogo To be or not to be, y lo dije con actitud y entonación escénicas que hicieron sonreír a la maestra y a mis compañeros. Traigo a colación ese suceso que no viene a colación porque leí las declaraciones del ministro González Alcántara acerca de la reforma judicial urdida por López Obrador y su servidumbre. Con respetuosa pena debo decir que las palabras del ministro no me convencieron. Decir que ha concluido una etapa de la Suprema Corte, por lo cual se debe dar paso a otra, es validar la arremetida de la 4T contra la institución. Al mismo tiempo la propuesta de anular la elección de jueces y magistrados, pero admitirla en el caso de ministros y magistrados electorales, equivale igualmente a una convalidación, siquiera sea parcial, de esa aberrante reforma que lesiona en forma grave al Poder Judicial y da al traste con la correcta impartición de la justicia. A los ministros de la Corte se les presentó el dilema shakesperiano, el de ser o no ser, y en esa declaración el Ministro González optó por ser un poco, y otro poco no ser. Evoco principios axiomáticos aprendidos en mis estudios de Derecho: “El que puede lo más puede lo menos”. “Lo accesorio sigue la suerte de lo principal”. Si se admite la elección de los ministros, cargo el más alto de la judicatura, ¿por qué no aceptar también la de jueces y magistrados, incluidos los electorales? No quiero parecer intransigente, pero en mi opinión el ministro declarante, al igual que los demás que comparten su postura, debieron objetar esa nociva reforma en su totalidad, sin abrir resquicios de aceptación a una iniciativa que vulnera en muchas y diversas formas el ejercicio de la función jurisdiccional. Lo que propongo no implica radicalismo, pertinacia o tozudez. Implica, sí, coherencia. Ser o no ser. Fiat iustitia et pereat mundus. Cúmplase la justicia, aunque se acabe el mundo. Por lo que hace a la renuncia de los ministros, su retiro tiene la forma de una retirada. A mi juicio habría sido mejor mantenerse cada uno en su cargo, y orillar al régimen autoritario que ahora padecemos a despojarlo de él, en vez de hacer entrega del puesto, decisión que facilita la obra destructiva del sexenio obradorista, proseguida con culpable obsecuencia por el régimen actual. Caso distinto habría sido renunciar por dignidad, y declararlo así claramente y con firmeza. Lo dicho: ser o no ser. |
29 octubre, 2024
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D.n Armando Fuentes Aguirre escribió en am - León (29/10/2024) ♦ Desecho ♦ "P obre del pobre que al cielo no va...". Esa malaventura nos aguarda a los mexicanos. En efecto, aquí estamos sufriendo ya las consecuencias de vivir bajo un régimen autoritario, absolutista, que ha anulado el imperio de la ley y lo ha sustituido por el caprichoso poder de una camarilla formada por un jefe máximo cuyo poder personal es incontrastable; por su continuadora, que sigue el mismo camino de su antecesor, y por un grupúsculo de cortesanos dispuestos siempre a poner sus ambiciones por encima del bien comunitario. México no es ya un estado de Derecho, sino en uno de desecho donde el orden constitucional ha sido conculcado, la impartición de la justicia cae en la anarquía, y en nombre de la democracia se destruye la democracia. Un resto de libertad aún nos queda; de otro modo no podría yo estar escribiendo esto ni los periódicos publicarlo. Sin embargo, al viajar por toda la República observo un sentimiento de preocupación en muchos mexicanos, temerosos de que la libertad que todavía tenemos sea coartada por la nueva Presidenta, activista de la más extrema izquierda en su juventud y nutrida en dogmas que ahora son obsoletos, pero que forman parte de su formación y de su ideología. Genio y figura, etcétera. Estamos bajo un gobierno que a la manera del anterior desprecia la opinión ajena, no da oídos a las voces de protesta o advertencia, hace caso omiso de la legalidad, aniquila el equilibrio de poderes e impone su voluntad por encima de los derechos y garantías de los ciudadanos. Eso por lo que hace al aquí. En lo que atañe al allá me duele decir que es alta la posibilidad de que el nefasto Trump, uno de los peores ejemplares humanos que en el mundo existen, regrese a la Casa Blanca con toda la carga de odios, rencores y supinas estupideces que lo caracterizan. Si eso sucede, los mexicanos estaremos jodidos lo mismo en nuestro país que en el vecino. Pobre del pobre que al cielo no va. |
28 octubre, 2024
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D.n Sergio Sarmiento escribió en am - León (28/10/2024) ♦ De la crisis al caos ♦ E stamos viviendo un tiempo de “máxima confusión”, nos dijo el jurista Diego Valadés a Guadalupe Juárez y a mí en una entrevista radiofónica el 25 de octubre. Es una “crisis constitucional” que “se está intensificando por la confusión en relación con lo que significa la norma suprema. Estamos en crisis, pero vamos al caos”. En su obra La dictadura constitucional en América Latina de 1974 Valadés estudió los casos de países latinoamericanos que en el pasado decretaron estados de excepción. “¿Qué sucede cuando las situaciones de excepción comienzan a tornarse ordinarias?”, se preguntó. A esto respondió: “Resulta en extremo frecuente que en las instituciones de excepción encuentren su apoyo dictaduras confesas que pretenden refugiarse en una aparente constitucionalidad”. Fue el caso de Porfirio Díaz en México. La situación hoy es distinta. El expresidente López Obrador no decretó un estado de excepción, sino que usó la excusa de una necesaria reforma al sistema de justicia para lanzar una iniciativa mal pensada y peor redactada, “Tenemos que hacer una reforma en materia justicia, pero tenemos que hacerla con todos los mexicanos”, dijo Valadés en la entrevista. “El 47 por ciento no tiene voz. Un Tribunal Electoral, que actuó contra la constitución sin duda alguna, solo le adjudicó el 24 por ciento. A partir de ese despropósito se ha desgranado todo lo que estamos viendo”. “La reforma adoptada es inaplicable”. Tiene “tantas contradicciones”, muestra “tal nivel de precipitación”, que al final solo causará un caos. Para comparar, en 2008 se hizo el cambio del sistema inquisitivo al oral acusatorio, pero “se dio un margen de ocho años” para aplicar el nuevo sistema. Ahora, “lo que se ha hecho es de tal manera abrupto”, que será imposible lograr una aplicación sensata de la reforma. “El sistema electoral es imposible de llevarse a cabo”. Todas las partes “están actuando fuera del marco legal”. “Yo no soy de la idea de que se pueda revisar la constitucionalidad de las reformas constitucionales”, dijo, pero el gobierno debe “reconocer lealmente” que “la reforma es inviable”, “que se equivocaron al precipitarse, al adoptar el mayor cambio que se ha hecho en la historia de la Constitución de 1917 y de una manera precipitada, sin diagnóstico, sin debate, sin análisis y sin respeto por la opinión ajena”. “Hagamos, efectivamente, una gran reforma en materia de justicia”, pero hagámosla “entre todos”. Para hacerla “hay que cortar el nudo gordiano en que estamos en este momento, que es el de la intransigencia. Hay que aceptar que la reforma estuvo equivocada, que es mejorable, pero que debemos hacerla con la participación de todas las fuerzas políticas del país y escuchando también a quienes van a aplicar la reforma, que son los propios juzgadores, y escuchando a los más importantes, que somos los justiciables., 130 millones de personas. que queremos, justicia”. El proceso de esta reforma, afirmó Valadés, “el que se siguió de manera precipitada y abrupta en agosto y septiembre pasados, y que desembocó en una norma claramente contradictoria y claramente imposible de aplicar”, fue un gran error. Debemos “ir a una nueva modalidad de deliberación y a una nueva forma de organizar la reforma judicial . Todo lo demás será solo ahondar, y hacer más profundo, el precipicio en el que ya estamos descendiendo”. |
27 octubre, 2024
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D.n Carlos Arce Macías escribió en am - León (27/10/2024) ♦ Transfiguración ♦ L os guanajuatenses estamos siendo testigos del alto costo que significará para el actual gobierno, la transfiguración de Diego Sinhue en empresario exitoso. Inmediatamente nos surge el recuerdo del personaje, seguro de sí mismo, con tejana calada y puro en la boca, que pontificaba frente a su entrevistador sobre cómo conceptualizaba la conducción de su gobierno. Un bufón. La entrevista de Miguel Zacarías se trató de un buen trabajo periodístico, que condujo al mandatario para que se fuera expresando bajo el influjo de su soberbia. Desde allí se encontraron algunas claves de su tránsito por el poder, como asumirse como “líder moral del PAN”… ridículo. Con todo descaro develó su nueva faceta de empresario (que solo conoce el SAT y transparencia, según él) basado en sus múltiples habilidades y talentos: negociante, agricultor, perito grafoscópico y abogado. Un currículum envidiable para cualquier aspirante a émulo de Carlos Slim. En nuestro estado, ya conocemos la verdad. Sabemos de dónde viene la adquisición de rancho, caballos finos, negocios inmobiliarios encubiertos por empresas beneficiadas por jugosos contratos, todo escanciado por buenos vinos especialmente seleccionados para el provinciano sommelier. Sus allegados le pusieron humo en la cabeza y este se creyó todos los cuentos. Hoy es un empresario con pies de barro. Pues bien, esta transfiguración tiene un gravoso costo para el nuevo gobierno, que ha tenido que empezar a pagar de inmediato. Libia García se vio obligada a mantener como operador financiero a Juan Carlos Alcántara para que finiquite proyectos inconclusos que garanticen la ascendente carrera empresarial del exgobernador. Esa designación ya desmoronó la promesa de una gestión honesta. También deberá cargar con los costos de la asignación de la sospechosa concesión de la carretera San Miguel - Silao y de la construcción de edificios para la burocracia. Todo manifiesta tortuosos procesos contaminados por el tráfico de influencias. Pero lo más sorprendente es el desencuentro con la clase empresarial guanajuatense, traicionando el pacto con el que se operaba todo el sistema de ayudas filantrópicas y de colaboración con la seguridad pública. Imaginemos el tipo de irregularidades que contenía el Fidesseg, para no dudar en imputarles calificativos de deshonestos, opacos e ineficientes, a la élite empresarial de Guanajuato. Sin mediar diálogo o posibilidad de acuerdo alguno, la gobernadora expidió un sorpresivo decreto, sin sustento documental alguno, que extinguió el fideicomiso de marras, tornado en papa caliente, que traía en las manos. La eliminación era indispensable para evitar que la transparencia y las auditorías descubrieran los faltantes del fondo. Así se ganan ahora las elecciones, metiéndole la mano a las bolsas de los dineros públicos.Hay que profundizar el análisis de estos hechos. Este embrollo explicita un problema estructural de gestión gubernamental. Fíjense bien, para poder sostener a la cleptocracia que operó en el gobierno anterior, se desmontaron todos los mecanismos de control de la corrupción. El sistema anticorrupción está en manos de nuevos consejeros de bajo perfil que no incomoden a la autoridad. No va a servir para nada. La Auditoría Superior brilló por su ineficacia y su ausencia de resultados. Anulado por su jefe, el fiscal anticorrupción fue un fantasmal empleado que se perdió en el laberinto de la burocracia sin dar pie con bola. La Secretaria de la Transparencia y Rendición de Cuentas, ni transparentó ni rindió cuentas de nada. ¿Alguien conoce el nombre de ese gris exsecretario? Pero comencemos a vincular temas. Se acusó a los empresarios de deshonestos en el manejo del Fidesseg. ¿Qué dato aportó la secretaria de la Transparencia en referencia a violaciones imputadas a la parte empresarial? Nada. Ahora la nueva secretaria de la Honestidad recibe una institución sin filo, que se dedicará a encubrir la transfiguración de un exgobernador en empresario. Su gestión, avalada por el Congreso -¿y la oposición?- no dará resultados. Veremos cómo se tolera la corrupción galopante que ha operado en el estado en los últimos tiempos. La simple amistad con la gobernadora no es un motivo suficiente para avalar la reciente designación. El Congreso es responsable de haber ratificado ese nombramiento, sin ni siquiera entrevistar en comisiones a la funcionaria nominada. Para enderezar el mal comienzo se necesitarán frutos tangibles desde esa deslucida función, que den esperanzas a los ciudadanos de que las cosas cambiarán. Mientras los diputados tomaban la protesta de la nueva secretaria que se encargará de que la honestidad reine en Guanajuato, las orquestas, la Cruz Roja, las escuelas, los grupos solidarios y muchas organizaciones sociales pagarán el costo de la corrupción. Una tragedia. |
26 octubre, 2024
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D.n Jorge Volpi escribió en am - León (26/10/2024) ♦ El descontrol ♦ U n primer mes de caos. Un mes plagado de contradicciones, acusaciones cruzadas, revueltas silenciosas, callados desafíos y ajustes de último momento. Un mes lleno de hilos sueltos. Ningún gobierno entrante está exento de cometer errores, pero menos uno que ha heredado y vuelto suya una de las acciones más caprichosas y absurdas imaginables para comenzar su andadura: la incómoda reforma judicial dictada por una simple ocurrencia —y los postreros deseos de venganza— de López Obrador. Observando el desbarajuste en el que ha sumido al país, parecería que esta era justo su intención: no solo liquidar los últimos reductos institucionales que Morena aún no tenía bajo su control, sino obligar a Claudia Sheinbaum a sumergirse por largo tiempo en un miasma que le impida hacerse pronto con el inmenso poder que tiene a su disposición. En vez de preocuparse por construir un Estado de derecho que garantizase la estabilidad, López Obrador se aprovechó de su disfuncionalidad —igual que sus predecesores— para imponer su voluntad y asegurar la continuidad de su proyecto personal. Por ello, en el último segundo se empeñó en la aprobación de una iniciativa que en ninguna medida estaba diseñada para mejorar la impartición de justicia o combatir la impunidad, sino para desarticular al Poder Judicial. La tómbola empleada en el Senado para la insaculación de los tribunales que se someterán en 2025 a elección popular es el mejor símbolo de sus intenciones: no preocuparse porque al fin las leyes se cumplan, sino exhibir su profundo desprecio hacia todos los juzgadores. Como ocurría en las épocas del PRI hegemónico, cuando la oposición no existe o se torna irrelevante —justo como pasa ahora: destruida tanto por la perversidad de AMLO como por su propia corrupción e incapacidad—, todas las disputas políticas borbotean en el interior mismo del sistema. De un sistema que apenas está fijando las reglas del juego para los siguientes años y que, para colmo, se halla asediado por una violencia criminal sin precedentes. El resultado ha sido una tormenta perfecta: una Presidenta que apenas está tomando el control de la maquinaria y que, ante las intrigas en el seno de sus propias fuerzas, se ha visto obligada a exacerbar su dureza y la fidelidad sin fisuras hacia su mentor; un Poder Legislativo arrodillado ante sus líderes, quienes aprovechan para instalar sus propias agendas y probar su margen de maniobra frente a Sheinbaum; una militancia ciega y dogmática que no se priva de celebrar hasta las peores pifias de su bando; y, en fin, numerosos grupos criminales dispuestos a pescar en el río revuelto. Que se presentaran proyectos legislativos destinados a minar al máximo las reglas democráticas —en un caso, permitiendo el veto del Ejecutivo en la elección de jueces; en el otro, eliminando la convencionalidad en torno a los derechos humanos plasmada en la Constitución—, o aquel en el que intenta eliminarse la capacidad de la Corte para revisar reformas constitucionales, admitiéndola implícitamente, los cuales luego han sido corregidos in extremis por instrucciones directas de la propia Presidenta, es apenas la punta del iceberg de la fragilidad de su liderazgo en estos momentos inaugurales. No parece haber aún un poder central indiscutible, como en tiempos de López Obrador, que nadie se atrevía a cuestionar: cada actor intenta, más bien, estirar la liga al máximo para tantear su libertad de acción. Tras estos días, Sheinbaum también debería darse cuenta de que las mañaneras, tan bien aprovechadas por su antecesor, a ella no le funcionan en la misma medida. Por más que comulgue enteramente con sus valores, AMLO era un performer a quien le complacía gobernar en directo a partir del ataque; ella es, en cambio, una científica y una técnica: en su caso, las mañaneras más bien parecen erosionar su fuerza. Como fuere, se trata apenas de un mes desde el inicio de su mandato: si en verdad se guía por los datos, como sugieren sus cercanos, Sheinbaum ya ha empezado a acumular pruebas suficientes para saber que, si en verdad quiere tomar el control absoluto de su movimiento —y del país—, antes necesitará imponer un estilo que sea al fin solo suyo. |
25 octubre, 2024
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D.n Sergio Sarmiento escribió en am - León (25/10/2024) ♦ Democracia y minoría ♦ E l momento en que más aplaudieron a la presidenta Claudia Sheinbaum los participantes en la reunión del CEO Dialogue del 15 de octubre en Palacio Nacional fue cuando dijo: “Yo luché toda la vida por la democracia; no llegué a este cargo para destruirla”. No es la primera vez que la actual mandataria utiliza esta u otras afirmaciones similares. En el debate de candidatos presidenciales del 19 de mayo afirmó, por ejemplo: “Siempre hemos luchado por la democracia”. Sheinbaum entendía bien el sentido de la palabra “democracia”. La noche del 2 de junio, cuando se dio a conocer su triunfo electoral, y después de que la candidata opositora Xóchitl Gálvez la llamó para felicitarla por su triunfo, declaró: “Concebimos un México plural, diverso y democrático. Sabemos que el disenso forma parte de la democracia; y, aunque la mayoría del pueblo respaldó nuestro proyecto, nuestro deber es y será siempre velar por cada una y cada uno de los mexicanos sin distingos. Así que, aunque muchas mexicanas y mexicanos no coincidan plenamente con nuestro proyecto, habremos de caminar en paz y en armonía para seguir construyendo un México más justo y más próspero”. La democracia es, efectivamente, algo muy distinto que el derecho de las mayorías a hacer lo que se les antoje. James Bovard lo ha explicado en Lost Rights: “La democracia debe ser algo más que dos lobos y una oveja votando para saber qué cenar”. En “Remache: burocracia y democracia en México” Octavio Paz señaló: Naturalmente, hablo de la verdadera democracia, que no consiste sólo en acatar la voluntad de la mayoría sino en el respeto a las leyes constitucionales y a los derechos de los individuos y las minorías. La verdad, sin embargo, es que hasta este momento el gobierno de Sheinbaum no se ha comportado como democrático. Quizá la culpa no sea completamente de ella. Las reformas que le heredó López Obrador tienen un carácter autoritario. El propósito de la reforma judicial es acabar con la independencia de los jueces. La eliminación de los organismos autónomos pretende terminar con los contrapesos al poder. La prohibición constitucional a la impugnación de reformas constitucionales es igualmente regresiva: pretende asegurar que una mayoría calificada pueda borrar cualquier derecho humano, sin que haya un tribunal nacional o internacional que pueda proteger a los gobernados.Arturo Zaldívar lo dijo con claridad en el debate sobre la prisión preventiva oficiosa en septiembre de 2022. Si el legislativo puede establecer en la Constitución con una mayoría calificada “la tortura, los azotes, la pena de muerte, los tratos inhumanos, la esclavitud”, el poder judicial tiene la obligación de rechazar estos abusos. La iniciativa presentada por los líderes de Morena el 22 de octubre pretende lo contrario. Para ellos, un artículo constitucional no debe ser impugnado por ningún tribunal, aunque viole todos los derechos individuales. Si el Congreso decide eliminar el voto de las mujeres o despojar de sus propiedades a los judíos, no quieren que ningún tribunal pueda oponerse. Esto no es democracia. Una democracia verdadera debe respetar los derechos humanos, pero no lo podrá hacer si no hay un tribunal constitucional que pueda evitar los abusos de la autoridad. La presidenta Sheinbaum paró la parte más extremista de la iniciativa, pero eso no significa que haya terminado la amenaza contra la democracia; porque democracia no es nada más organizar elecciones y entregar el poder a quien tenga el mayor número de votos, sino respetar los derechos de los individuos y de las minorías. |
24 octubre, 2024
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D.n Sergio Sarmiento escribió en am - León (24/10/2024) ♦ Contra derecho ♦ E ra tan regresivo, tan reaccionario, el nuevo embate de la 4T contra los derechos de los mexicanos que la propia presidenta Sheinbaum se vio obligada a ordenar la marcha atrás. Los autores trataron de esconder la mano, pero ahí están sus nombres en una iniciativa que quedará registrada como una vergüenza en la historia legislativa. La propuesta que hoy quieren desconocer —en parte— los legisladores no es historia antigua. Apenas este 22 de octubre se sometió al Senado firmada por Adán Augusto López Hernández, coordinador de los senadores de Morena, Gerardo Fernández Noroña, presidente de la mesa directiva del Senado, Ricardo Monreal, coordinador de los diputados de Morena, y Sergio Carlos Gutiérrez, presidente de la mesa directiva del Senado, ¡la plana mayor de Morena en el Congreso de la Unión! No pueden decir que se equivocaron o que no leyeron su iniciativa. En el artículo primero constitucional, el que protege los derechos fundamentales, los morenistas añadieron una cláusula que decía que “en ningún caso” las normas relativas a los derechos humanos “pueden ser inaplicadas por medio de control de convencionalidad”. Esto significaba que los mexicanos no podríamos ya recurrir a las convenciones internacionales para defender nuestros derechos humanos ante normas que los violaran. Arturo Zaldívar trató el tema en 2022 cuando era presidente de la Suprema Corte y todavía defendía las garantías: “Las normas de derechos humanos de tratados internacionales y convenciones” de las que México es parte “son Constitución. Si el día de mañana el poder revisor”, o sea, el legislativo, establece en la Constitución “la tortura, los azotes, la pena de muerte, la esclavitud”, ¿de verdad no podrá hacer nada nuestro tribunal constitucional? Según la iniciativa, no. La regresividad de la propuesta era tan repugnante, y fue tan cuestionada por las organizaciones de defensa de los derechos humanos, que la presidenta la detuvo. Ayer dijo en la mañanera: “No, entiendo que esa parte la quitaron”. Adán Augusto López, que la tarde del 22 de octubre presentó la iniciativa, se echó para atrás la mañana siguiente en una entrevista radiofónica con Ciro Gómez Leyva, en la que dijo que no se tocaría ya el artículo primero: “Nos vamos a limitar a los 103, 105 y 107 constitucionales”, los otros artículos que el gobierno quiere enmendar. Pero el que se haya omitido la parte más inaceptable no significa que lo que queda sea positivo. El gobierno/Morena está restringiendo los derechos de los mexicanos al impedir que la Suprema Corte pueda revisar la constitucionalidad de los decretos constitucionales. Este era precisamente el abuso que Zaldívar cuestionó cuando defendió la facultad de la Corte para proteger los derechos humanos ante decretos que los violen. El régimen quiere hoy eliminar esa posibilidad de defensa de los derechos, con lo cual viola el principio constitucional de progresividad, según el cual los derechos se pueden fortalecer, pero no socavar. La iniciativa también busca aplicar normas de manera retroactiva, lo cual quebranta un principio jurídico fundamental, no solo en México sino en el mundo. Después de años de avances en derechos humanos, y en particular tras la reforma de 2011 que adoptó las convenciones internacionales como parte de nuestra Constitución, hemos topado hoy con un gobierno reaccionario que quiere concentrar el poder y debilitarlos. Lo peor es que lo hace con un discurso demagógico en el que afirma que está actuando por mandato del pueblo. |
23 octubre, 2024
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D.n Sergio Sarmiento escribió en el periódico am - León (23/10/2024) ♦ Nadie se burla ♦ L a presidenta Sheinbaum decidió envolverse en la bandera nacional y hacer gala de su patrioterismo. “Nadie se burla de los mexicanos y de las mexicanas”, espetó ayer en la mañanera cuando se le preguntó por las risas en un seminario en la Escuela de Derecho de la Universidad Harvard ante la explicación del ministro Alfredo Gutiérrez Ortiz Mena sobre los requisitos para ser electo juez en México. “Tenemos una legislación habilitante y no bromeo, tener un excelente promedio de 3, nuestra Constitución dice eso, y cinco cartas de recomendación de tus vecinos” (el promedio de 3 en Estados Unidos equivale al 8 mexicano). La explicación arrancó risas entre los juristas en el seminario. Una molesta Sheinbaum respondió ayer en la mañanera: “El pueblo de México tomó una decisión y la elección de jueces, juezas. A mí me toca defender a mi pueblo y a mi país y a mi patria y a todos los mexicanos también. Entonces, será muy reconocida la escuela de Harvard, pero sería bueno que la escuela hiciera una investigación sobre la corrupción en el poder judicial mexicano. En México se toma una decisión que existe en Estados Unidos, o sea, en Estados Unidos jueces se eligen. Es más, hay estados de la república en Estados Unidos que los jueces se eligen por partido político”. Coincido con la presidenta. La elección de jueces locales —ninguno federal— en la Unión Americana es un procedimiento incorrecto y cuestionable. Bien lo señaló la ministra morenista Loretta Ortiz el 26 de noviembre de 2023 cuando recordó el caso de un juez local en Estados Unidos que decretó la pena de muerte contra un mexicano pese a que había pruebas de su inocencia: “En ese momento le pregunté, ‘¿por qué emitió esa sentencia?’. Y lo dijo clarito: ‘Es que esto me dio más popularidad, me dio la oportunidad de ascender en mi carrera judicial’, y eso es lo que no podemos permitir”. Las críticas de grupos liberales en Estados Unidos a esta forma de escoger jueces locales, que defienden los conservadores, han sido constantes. La presidenta sostiene que con esta reforma judicial se acabarán la corrupción y el nepotismo en el poder judicial. En Estados Unidos, por lo menos, cualquiera puede postularse como candidato a juez si cumple con los requisitos, como tener cuando menos 10 años de experiencia como abogado para ser ministro de la Suprema Corte o magistrado de la Corte de Apelaciones en Texas. En México, según la nueva Constitución morenista, solo los candidatos aprobados por unos comités de evaluación podrán ser postulados. Esto coloca la llave en las manos de los líderes del partido hegemónico. No sorprende que el presidente del Senado, Gerardo Fernández Noroña, y el coordinador de los diputados de Morena, Ricardo Monreal, hayan empezado a pelearse sobre cuántos miembros del comité de evaluación podrán escoger. Coincido también con la presidenta que esta reforma judicial no debe ser motivo de risas. Los problemas que creará son muy serios. La Cuarta Transformación quiere un sistema en que los jueces sean controlados directamente por el ejecutivo, como en los tiempos del viejo PRI. Mucho del control lo ejercerá un tribunal de Disciplina, que no existe en Estados Unidos. |
22 octubre, 2024
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D.n Sergio Sarmiento escribió en el periódico am - León (22/10/2024) ♦ El padre Marcelo ♦ L a presidenta Claudia Sheinbaum lamentó el homicidio del sacerdote y activista social tzotzil Marcelo Pérez Pérez. Pidió a la secretaria de gobernación, Rosa Icela Rodríguez, que “estuviera en contacto con el gobernador” de Chiapas, Rutilio Escandón, y “con las autoridades eclesiales”. Añadió: “Por supuesto, lamentamos este hecho y no podemos especular. Necesitamos que se hagan las investigaciones”. Entiendo la cautela. No podemos conjeturar sin elementos sobre las razones del asesinato, pero sí podemos recordar que el padre Marcelo fue uno de los sacerdotes que encabezaron la marcha por la paz en Chiapas del 13 de septiembre. La presidenta señaló ayer: “Estamos trabajando en Chiapas”, una entidad gobernada por un morenista que será reemplazado en diciembre por otro morenista, pero casi de inmediato cambió el foco de atención a Guanajuato, un estado cuya gobernadora es panista. “Ustedes saben que en Guanajuato. ustedes saben que, si vemos la tabla de homicidios, es la que ocupa el primer lugar en homicidios. Está Chihuahua, Estado de México, Baja California. Estamos trabajando y se está haciendo una estrategia, que no es de un día a otro, pero hay una estrategia que se va a notar en poco tiempo. Entonces lo mismo es para Chiapas. Si nos permiten, cuando venga el gabinete de seguridad platicaremos qué se está haciendo y cómo se va a proteger a la ciudadanía en Chiapas”. La situación en Guanajuato es trágica, por supuesto, y debe encararse, pero eso no significa que ni la muerte del sacerdote ni la situación de Chiapas puedan minimizarse. Es cierto que Guanajuato es en estos momentos la entidad con mayor número total de homicidios dolosos. Entre enero y agosto de este 2024 el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública registró 1,630 homicidios dolosos en Guanajuato, 1,434 en Baja California, 1,367 en el Estado de México y 1,142 en Chihuahua. En Guerrero son solo 967, en Colima 506 y en Chiapas 476. Pero si se ponderan los homicidios por población, que es una forma más realista de registrarlos, el primer lugar en homicidios del país lo tiene por mucho el pequeño estado de Colima, con 63.87 por cada 100 mil habitantes, seguido de Chihuahua con 28.57 y Guerrero con 26.81. Guanajuato estaría en cuarto puesto con 25.15 y Chiapas muy atrás, con 7.9.Casi todo México, empero, está viviendo una crisis de violencia. La tendencia ascendente empezó en el sexenio de Felipe Calderón, cierto, pero no podemos cerrar los ojos al hecho de que en su gobierno se registraron 120,463 homicidios, muchos menos que los 199,594 de López Obrador. También está documentado que en el gobierno de AMLO hubo 52,090 desaparecidos, muchos de los cuales seguramente están muertos, frente a 17,106 con Calderón (cifras oficiales recopiladas por Edu Rivera @edusax79). Seguirle echando la culpa a Calderón, que terminó su gobierno en 2012, o preocuparse más por los homicidios de Guanajuato que por los de estados morenistas carece de sentido. No conocemos las razones del asesinato del padre Marcelo, pero sí sabemos que entre enero y agosto de este 2024 se acumularon 17,176 homicidios dolosos en nuestro país. Es una cifra lastimosamente alta. El padre Marcelo es solo una persona que se suma a la estadística, pero su asesinato debería recordarnos que la principal responsabilidad del Estado es cuidar la seguridad de los gobernados. Esta es una tarea en la que han fracasado todos los gobiernos, desde Calderón hasta López Obrador. |
21 octubre, 2024
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D.n Sergio Sarmiento escribió en el periódico am - León (21/10/2024) ♦ En desacato ♦ L a presidenta Sheinbaum rechazó este 18 de octubre retirar la publicación del decreto de reforma judicial del Diario Oficial de la Federación como ordenó la juez decimonovena de distrito de Coatzacoalcos, Nancy Juárez Salas. La orden surgió como un incidente en un juicio de amparo ya que el gobierno federal desacató previamente una suspensión provisional que impedía publicar la reforma. Sheinbaum explicó su decisión de desacatar la orden de la juez: “Primero, porque no tiene atribución, porque una juez no está por encima del pueblo de México. Segundo, porque jurídicamente no tiene ningún sustento lo que está haciendo. Y tercero, porque es el poder legislativo quien ordena al presidente, el entonces presidente Andrés Manuel López Obrador, la publicación del Diario Oficial de la Federación. Entonces, no vamos a bajar la publicación, número uno. Y número dos, vamos a hacer una denuncia de esta juez ante el Consejo de la Judicatura”. No es la primera vez que Sheinbaum o su predecesor desacatan una disposición judicial. López Obrador ordenó a sus senadores desobedecer las órdenes de la Suprema Corte para nombrar a los dos magistrados faltantes del Tribunal Electoral “porque los dos que quieren poner son del bloque conservador”. Desacató también las medidas cautelares del INE y el Tribunal Electoral para no usar las mañaneras para favorecer a Sheinbaum y a su partido en la contienda electoral porque dijo que eso violaba su libertad de expresión. En la aprobación de la reforma judicial, desacató una suspensión tras otra. López Obrador siempre sostuvo que era el único y verdadero representante de pueblo por lo que sus decisiones y ocurrencias debían ser aceptadas sin cuestionar, aun cuando violaran la ley. “Pedimos lealtad a ciegas al proyecto de transformación porque el pueblo nos eligió para eso”, declaró el 24 de septiembre de 2020. Hoy Sheinbaum ha tomado el mismo sendero al afirmar que el pueblo impulsó, en su infinita sabiduría, una reforma que da al ejecutivo control sobre el poder judicial. Los cortesanos de Palacio Nacional, supuestamente elegidos por sus conocimientos, cambian ahora sus posiciones para agradar a la presidenta. Apenas el 6 de septiembre de 2022, cuando era presidente de la Suprema Corte, Arturo Zaldívar cuestionó en la discusión sobre la prisión preventiva oficiosa la posición de que “la Corte no está facultada para hacer lo que el proyecto nos propone”, decretar la inconstitucionalidad de una reforma constitucional. Rechazó la posición de que “el único que puede reformar la Constitución es el poder revisor de la Constitución”, o sea, el legislativo. Argumentó: “Con todo respeto, este constitucionalismo se encuentra totalmente rebasado y superado desde la reforma de derechos humanos de 2011. Las normas de derechos humanos de tratados internacionales y convenciones en que México es parte son Constitución”. Si “el día de mañana el poder revisor puede establecer en la Constitución la tortura, los azotes, la pena de muerte, la esclavitud. ¿este tribunal constitucional no podría hacer absolutamente nada?”. Por eso Zaldívar votó contra la prisión preventiva oficiosa que promovía López Obrador. Hoy la presidenta quiere convertirse en juez máximo, pero no tiene facultades para interpretar las leyes. Eso le toca al poder judicial. Una juez de distrito sí puede ordenar el retiro de una ley publicada en desacato de una suspensión. La idea de que la Corte no puede revisar una reforma constitucional refleja un “constitucionalismo totalmente rebasado”, en palabras de Zaldívar. La Corte tendrá que determinar si la reforma judicial es o no constitucional. Si Sheinbaum desacata, estará consumando un golpe de estado. |
20 octubre, 2024
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D.n Jorge Suárez-Vélez escribió en el periódico am - León (20/10/2024) ♦ Dedicado a México ♦ E año, la nominación a los Premios Nobel de Economía parecería estar accidentalmente dedicada a México. El premio se les otorgó a Daron Acemoglu, turcoestadounidense, y Simon Johnson, británico-estadounidense, ambos profesores de MIT, y a James Robinson, también británico-estadounidense, profesor de la Universidad de Chicago. La mención se les otorgó por “estudios sobre cómo la formación de instituciones afecta a la prosperidad”. Para México, se podría extender ésta para establecer cómo la devastación institucional acabará garantizando estancamiento económico y la generación de pobreza. Cuando la democracia está bajo acecho en todo el mundo, el premio reconoce años de estudio para demostrar cómo países con gobiernos democráticos, y gobernados bajo un Estado de derecho, engendran una ciudadanía más próspera. En su desplegado, el comité menciona que la brecha entre los países que están en el 20% más afluente son 30 veces más ricos que el 20% más pobre, y la brecha entre ambos prevalece por causas que estos tres economistas han determinado están relacionadas con la formación de instituciones. Establecen que el origen de esta diferencia tiene que ver con los distintos tipos de colonización de potencias europeas hace siglos. Cuando se conquistó países, como México, que tenían una amplia población indígena, la resistencia de ésta llevó a que arribaran menos migrantes europeos, pero una vez dominada, esa misma población proveyó una fuerza lanumerosa que brindó oportunidades de lucro. Beneficiaron a una pequeña élite que no le dio derechos políticos a la mayoría. En países con una menor población indígena, hubo una mayor migración europea, estableciendo condiciones para trabajo arduo, pero esos mismos trabajadores exigieron el derecho a participación política. En la mención del comité del Nobel se menciona cómo México era mucho más próspero bajo los aztecas, que los territorios que hoy ocupan Estados Unidos y Canadá. A diferencia de ganadores previos del Nobel de Economía, Acemoglu y Johnson escribieron dos libros destinados al público en general, más que a la academia. En 2012 publicaron el bestseller Por qué fallan las naciones, los orígenes del poder, la prosperidad y la pobreza, y el año pasado Poder y progreso: mil años de nuestra lucha por la tecnología y la prosperidad. En el primero, exploraron el éxito o fracaso de distintos países argumentando que la diferencia clave proviene de la formación de instituciones políticas y económicas. Analizan países que privilegiaron instituciones extractivas que han producido estancamiento y pobreza, mientras que en otros ha habido instituciones que fomentan la prosperidad a largo plazo. Subrayan también la necesidad de acción colectiva en las sociedades para exigir la formación de las instituciones necesarias. Analizan el caso de Nogales en Arizona, y Nogales en Sonora, que comparten ubicación geográfica y tienen población similar, pero al norte de la frontera “se han fomentado competencia, innovación e inversión, mientras que las instituciones en el sur de ésta han sido menos inclusivas”. Si consideramos que el ingreso per cápita de EU es tres y media veces el mexicano (78 mil vs. 22 mil dólares, utilizando paridad de poder de compra, pues en términos nominales la diferencia es de 7 a 1), parecerían ciertos sus argumentos. La devastación institucional durante los gobiernos de Morena pasa por la brutal interferencia del Ejecutivo en la independencia del Poder Judicial, la eliminación de la separación de poderes, la cada vez más evidente presión sobre medios de comunicación, la demolición de organizaciones no gubernamentales que buscan incrementar la rendición de cuentas, las campañas para mermar la confianza que la sociedad tiene sobre instituciones como la Corte o el INE, la militarización de actividades civiles y el evidente debilitamiento de nuestra democracia. México sufrirá un retroceso constante y enfrenta la amenaza de un estancamiento permanente si los gobiernos de Morena no rectifican el rumbo que han emprendido. |
Opinión
También 'carrancearon' a la ínclita "Ministra del pueblo" Sin rodeos Diego Fernández de Cevallos ...