Morena está dividida
porque el Poder es así;
tras del Caudillo la huida,
no los queremos aquí...

D.n  Armando Fuentes Aguirre (Catón) escribió en
am - León
 ( IV | XII | MMXXIV )

 Antidemocracia 

 E 

stoy absolutamente convencido de que Francisco Labastida Ochoa habría sido mejor Presidente de la República que Marta Fox. El marido de esta señora, en teoría Primer Mandatario, se convirtió en segundo por la excesiva injerencia que su esposa tuvo en los asuntos públicos, hasta el punto en que llegó a hablarse oficialmente de “la pareja presidencial”.

En varias ocasiones me permití recordarle a Vicente Fox que el día en que asumió la Presidencia ciñó banda, no mandil. El guanajuatense fue un extraordinario candidato, carismático, enérgico y decidido. Yo no apoyé su candidatura a pesar de que fui siempre crítico del PRI y partidario del cambio democrático.

Sin embargo, consideré que Labastida estaba mejor preparado para asumir la responsabilidad de conducir a la nación en tiempos de difíciles condiciones económicas y políticas. Fox me pareció un valentón de barrio; la forma en que se refería al candidato priista era bajuna y ofensiva. Abiertamente manifesté mi oposición a quien con sus alardes mostraba carencia de cultura y de civilidad. No me equivoqué en mi percepción. En solo un año Fox echó por la borda el inmenso capital político que con habilidad y determinación se había allegado, y de la mano con su señora esposa hizo un gobierno caracterizado por la improvisación y la frivolidad. Su pugna personal con López Obrador engrandeció al tabasqueño. 

Pienso que a Fox y a Peña Nieto debemos principalmente que el país haya caído en manos de ese demagogo que puso al país en el camino de la antidemocracia, y por lo tanto de la dictadura.

Terminé anoche de leer el libro “La duda sistemática”, interesante autobiografía política de Labastida, y su lectura confirmó en mí la idea que siempre he tenido de él: la de un buen mexicano, un político talentoso e íntegro cuya labor en el servicio público rindió apreciables frutos en los distintos cargos que ocupó. Es una pena que por diversas circunstancias no haya llegado a la máxima magistratura.

Estoy seguro de que habría sido un muy buen Presidente, y quizá nuestro país no se hallaría ahora en la aflictiva situación en que se encuentra. 

Pero esto es un supongando, como se dice en el Potrero de lo que es hipotético o puramente teórico. Una cosa, no obstante, puedo decir con certidumbre: la lectura del libro de Labastida me enseñó más acerca de política que un curso de dos años sobre la materia.

Comentarios

Entradas más populares de este blog

▼ INFRA ▼
Altura de miras

« El nuevo infierno es un mundo sobrepoblado de cámaras
donde ninguna nos registra ». (Juan Villoro).

Las promesas de campaña
se han olvidado, se ve;
la verdad, no nos extraña,
lo mismo hizo el que se fue...