Manuel J. Jáuregui escribió en REFORMA (20/10/2023): Sadicón [...] opesen lo siguiente: el Señor de Macuspana no gobierna México, pues a ÉL LO GOBIERNAN sentimientos profundos de resentimiento, imaginarios o reales, que lo orillan a tomar decisiones oficiales que surgen de sus TRAUMAS y NO de la búsqueda del mayor bien nacional. Las órdenes no las da él, las dan sus traumas, generando la humillación que les causa a los demás un sentimiento interno de gusto por haber logrado "ponerlos en su lugar".
Al hacerlo inventa, trata de justificar, incluso miente o exagera, cuando pretende legitimar su invasión a la autonomía del Poder Judicial afirmando que les quita sueldos estratosféricos a los ministros. Esto siendo falso, el dinero del que se pretende apoderar es de los TRABAJADORES del Poder Judicial, NO DE LOS MINISTROS. Sin embargo, lo afirma a sabiendas de que es mentira, riéndose, olvidando que al saciar sus resentimientos, DESTRUYE la INSTITUCIÓN del Poder Judicial, pisotea la Constitución, se MOFA de la división de Poderes, lo cual -se le nota- le genera una gran alegría. ¿Es éste el comportamiento de un estadista? De un hombre que representa a toda una Nación, compleja, mixta, mosaico de creencias, etnias, ideas, educación, habilidades y desempeño. ¿En dónde quedó el RESPETO por los demás, ya no digamos los Poderes, sino SERES HUMANOS, o por las instituciones y los principios democráticos? Surgen de esto interrogantes que nos hielan la sangre: ¿pensará y se comportará igual —de llegar a la Presidencia— su delfina, quien es fecha no difiere ni una coma de los dichos y hechos de su jefe? ¿Sufre acaso de los mismos traumas y resentimientos, y siente ella tan intensamente como su mentor el "schadenfreude"? ¿Será alguien que liderará con el ejemplo, que sentará estándares muy altos e impecables de comportamiento en el liderazgo nacional y respetará las leyes y a los demás, coincidan o no con ella? Parece poco, pero en realidad LO ES TODO. |
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